El desembarco de Netflix en España ha modificado el panorama de series y películas. Desde 2015, su crecimiento no solo ha sido sostenido, sino que, además, indicó el nuevo modelo de negocios al sector: tras sus pasos han ido HBO, Movistar+, Rakuten TV, Apple TV, Vodafone TV, Strazplay y Filmin. El streaming no solo marcó nuevos hábitos en los consumidores, sino que también ha transformado la industria audiovisual, ya que una de las principales estrategias de expansión internacional de la “N Roja” fue y es la producción local de series y películas.
Ese marco es el que ha obligado a las televisiones generalistas a reaccionar: RTVE, Mediaset y Atresmedia han sumado fuerzas para crear una plataforma de streaming común. Telefónica y Atresmedia han creado una compañía para producir ficción española. 
Según evaluó PwC, en 2015 se produjeron 38 series en España y en 2018 fueron 58. La toma de decisiones a la hora de aprobar una serie o una película también es diferente al modelo analógico: gracias a los algoritmos, hoy se analiza de una manera diferente las preferencias audiovisuales de la audiencia en cada plataforma digital.