Ante las graves declaraciones estigmatizantes y discriminatorias del presidente de la Nación en el Foro Económico Mundial de Davos contra la comunidad LGTBIQNB+, el feminismo y las políticas de género, se desató un amplio rechazo social que impulsó la rápida organización de la marcha antifascista y antirracista de mañana, 1 de febrero, a la que adherimos junto a organismos de la sociedad civil, de derechos humanos, gremios, sindicatos y demás sectores del campo cultural y político del país. 

Entre sus dichos, el presidente afirmó que “en sus versiones más extremas, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil; son pedófilos”, vinculando de manera falaz la lucha por derechos con delitos aberrantes. Además, calificó al feminismo como una "distorsión del concepto de igualdad" y una "búsqueda de privilegios". También cuestionó la figura legal del femicidio, argumentando que implica que "una vida vale más que otra" y anunció su intención de eliminarla del Código Penal argentino. 

Preocupa la creciente violencia política y verbal y su impacto en la convivencia democrática. Días antes, en sus redes personales, el presidente de la Nación amenazó con perseguir políticamente a quienes piensen diferente.