Algo que está caracterizando, cada vez más, la guerra del streaming es la generación de contenidos originales.
Aunque en 2013, Netflix haya generado sus dos primeras series originales - Orange is the new black y House of Cards -, el surgimiento de nuevos competidores (Disney +, Prime Video, Apple TV Plus, HBO Max) ha obligado a centrarse en su propio contenido. 
Hoy los contenidos originales son el mayor atractivo de las plataformas de contenidos. De hecho, en agosto, la “N Roja” estrenó más de 50 títulos originales entre películas y temporadas de series, entre otras cuestiones, para dejar de depender de derechos que puedan ser reclamados por sus estudios originales.
Mientras en 2013, la compañía invertía 2.500 millones de dólares en sus primeros originals, para este año las previsiones rondan los 17.000 millones.
Por su parte, Amazon, cuyo servicio de Prime Video se ha convertido, por número de usuarios, en el mayor rival de Netflix, planea gastar 7.000 millones de dólares en contenidos este 2020.
Los casos de Apple TV Plus y Disney +, aunque en menor escala, también ejemplifican el panorama: mientras el primero contaba con un presupuesto de 6.000 millones de dólares hace menos de un año, el segundo, entre 1.500 y 1.750 millones de dólares para invertir este año.
HBO Max, disponible solo en Norteamérica, es el último servicio streaming de importancia que ha entrado en escena. Para sus primeros lanzamientos ha invertido entre 1.200 y 1.500 millones de dólares.