Por Jorge Marrale, presidente de SAGAI

El 27 de julio de 2006, más allá de la conformación de SAGAI como Sociedad de Gestión de Actores y Actrices, se comenzó a diseñar un deseo o tal vez infinitos deseos. Los que teníamos la responsabilidad de hacernos cargo de la conducción y los que se sumarían a la gesta no dejábamos de soñar. Si bien los deseos suelen ser personalísimos, algunos tenían raíces comunes.

El derecho se estaba constituyendo en el accionar lento del conocimiento general de la Propiedad Intelectual y el deseo, cuando no, se filtraba en las expectativas,

multiplicándolas al infinito.

Hoy con los cambios paradigmáticos que nos atraviesan, probablemente habría que analizar cómo el derecho, esos deseos comunes y el trabajo se amalgaman para seguir un camino de desarrollo actualizando las expectativas a los tiempos que corren.

El audiovisual flota hoy, casi en exclusividad, en las barcas de las plataformas de contenidos audiovisuales. Como es de esperar, se producen mareos e incertidumbres de rumbo y de destino. Sumando a esto que son más los/as que se quedan en tierra que los/as que se embarcan.

La supuesta fuente de trabajo universal parece que llegó a los puertos y amarró para quedarse ¿Quién lo podía imaginar? ¿Orwell, tal vez?

Más allá de cualquier especulación y ajustándonos a lo volátil y transitorio que parecen algunas acciones globales, debemos estar preparados para seguir trabajando creativamente.

SAGAI desde su creación, a través de su Fundación, se viene ocupando que sus socias y socios se preparen y se nutran en forma sostenida más allá de las fuentes de trabajo.

Una muestra de esto fue la emocionante jornada del 6 de julio, donde 65 compañeros y compañeras finalizaron el primer curso de la Diplomatura en Actuación para Medios Audiovisuales.

Fue regocijante compartir el primer piso de la Fundación con la algarabía desbordante de esta primera cohorte de egresados y egresadas. Nos confirmaron que haber creado este espacio de formación tuvo sentido y que la convocatoria para la segunda cursada será seguramente otro acontecimiento.

El destino de nuestros trabajos como actores y actrices nunca puede tener rasgos conclusivos. Siempre hay atajos, sendas, rutas nuevas que nos permiten seguir con la llama encendida.

El jueves 6 de julio un conjunto de deseos , sueños y proyectos comunes inauguró otro espacio. El de compartir creación.

¿Quién lo podía imaginar? Sesenta y cinco compañeras y compañeros.

Cumplimos ya 17 años de vida. A pesar de haber llegado al reconocimiento 73 años después de creada la ley 11723, podemos estar orgullosos/as de los logros.

Algo del sueño se viene concretando. Eso si, sólo se puede continuar creciendo con el compromiso de todas y todos.

Hemos logrado tener un lugar en el mundo. Somos reconocidos. Pero el camino fue arduo. Y seguramente lo seguirá siendo.

Por eso la continuidad de una gesta como la de SAGAI sólo se consigue con el compromiso de todas y todos.

¡Feliz cumpleaños!