La Unión Europea no abandona la pretensión de regular la economía digital: busca “nuevos poderes” para penalizar a las big tech. Estas nuevas capacidades, podrían obligar a los gigantes de Internet a separarse o vender parte de sus operaciones europeas si su dominio de mercado amenazara los intereses de los clientes o de rivales más pequeños.
Aunque las propuestas solo serían aplicadas en circunstancias extremas - por ejemplo, empresas que impidan al usuario cambiar de plataforma -, también contemplarían la capacidad para poder excluir a grandes grupos tecnológicos del mercado único. 
Actualmente y, en el marco de una nueva Ley de Servicios Digitales, Bruselas evalúa un nuevo sistema de puntuación, que permitiría a ciudadanos/as y accionistas evaluar el comportamiento de esas grandes compañías en áreas como el cumplimiento fiscal y la rapidez con la que retiran contenidos ilegales.